sábado, 22 de febrero de 2014

¿Recuerda la primera vez que se enamoraron? ¿La primera vez que sintieron que el corazón se les saldría del pecho? ¿Qué cuando te juntabas con esa persona las piernas te temblaban, sudabas y hasta tartamudeabas? ¿Recuerdan su primer beso? ¿Su primera vez? ¿La primera vez que se quedaron dormidas llorando? ¿Las veces que se amarraron los dedos para no mandar un mensaje? ¿O cuando apagan el celular para no sentirse idiota al saber que la otra persona ni siquiera te respondía de vuelta? ¿Recuerdan que sus primero ídolos fueron sus padres o sus madres? ¿Recuerdan cuando lo que mas nos dolía era caernos de una bicicleta? La primera vez que me enamoré fue la primera vez que sentí que podría morir de amor. El amor es algo que buscamos toda nuestra vida, buscamos que alguien nos acepte con defectos incluidos… ni siquiera por nuestras virtudes. Somos seres tan “egoístas en sí” que sabemos que si hay alguien que nos ame con nuestros defectos incluidos ese significaría que no tendríamos que darnos el tiempo de “cambiar”… ¿Cambiar? Es esa palabra a la que tanto tememos ¿Por qué le tienen tanto miedo a los cambios? Cambias durante toda tu vida, en vientre materno tienes varios cambios a los cuales eres totalmente ajenos. Pasamos de arrastrarnos a gatear y caminar en dos pies. Pasamos de balbucear, a gritar y de ahí a hablar, nuestra primera palabra casi siempre es mamá.
Mientras vamos creciendo nos adaptamos a todo lo que pasa a nuestro alrededor. Comenzamos a darnos cuenta que los brazos que nos cobijaban cuando éramos bebes era mejor que lo que estamos viviendo, comenzamos a darnos cuentas de que los cuentos no siempre tienen finales felices. Crees que la primera vez que te enamoras serás para siempre, pero no, no es así. La primera vez que te vuelve loco o loca alguien lo das todo, le entregas tu vida en bandeja sin importar lo que llegase a pasar porque después de todo es todo lo que te han enseñado, es todo lo que aprendiste durante los meses que te amantaban, “amor”. Nadie nos prepara para un “ya no te amo” “ya no me gustas” “no eres tu soy yo” y entonces comienzan los primeros errores y el primero de todo es “nunca voy a amar a nadie como la/lo amé a ella/él” esa frase te limita, te transforma en un ser nuevo, un ser lleno de odio, repleto de venganza.
El amor es la mayor arma de doble filo que existe en el mundo, el amor te puede sacar lo bueno y lo malo, el amor puede hacer cosas grandiosas y a la vez cosas horribles. Se supone que el somos la única raza sobre la tierra que puede razonas, somos la única raza en la tierra que puede “razonar”, se supone que deberíamos tomar buenas decisiones, se supone que el amor no era malo, se supone que el amor nos da paz, se supone que deberíamos ser felices… El amor mal usado despierta el razonamiento equívoco en las personas. Ese razonamiento que llevo a Hitler a llevar a cabo una de las masacres mas grandes del mundo, que lleva a los Rusos a asesinar personas homosexuales día a día, el razonamiento equívoco hace que personas en Ucrania se graben pidiendo ayuda sin saber si el día de mañana estarán vivas, nos lleva a que un país como Venezuela que se supone que es uno de los países mas felices del mundo entero (según encuestas) en estos momento sea uno de los países mas tristes del mundo.
Se supone que el amor es igualdad ¿Qué hay de malo que una mujer se pasee por la calle de mano de otra mujer? ¿Qué hay de malo que un hombre que lleva años enamorados de un hombre quiera besarlo en la esquina de un semáforo? ¿Qué hay de malo que personas completamente inocentes salgan a protestar por una vida mas justa en su país? ¿Qué tiene de malo que marchen por la legalización del matrimonio homosexual, la legalización de la marihuana? ¿Por qué nos fijamos siempre en las minorías? ¿Por qué creemos que las minorías de cada país son siempre las que los destruyen?
Si te enamoras alguna vez hazlo con todo tu corazón, entrega todo lo que tienes. No importa si es hombre o mujer mientras el sentimiento sea real. Si tu relación termina no dejes que el odio, la venganza o los malos pensamientos te corrompan. Sal de ese mal momento con la frente en alta porque siempre, lee bien, siempre vendrá algo mejo o en este caso alguien mejor. Alguien que te hará temblar, sudar, tartamudear, que tu corazón vuelva a latir como un loco. Las segundas oportunidades todo el mundo se las mereces, incluso tu.
Cuando tengas tu primera vez y por “x” motivo no fue como las películas idiotas que te muestra el cine, no te preocupes tendrás muchas oportunidades para volver a tener una primera vez como la gente, en donde te sientas realmente valorada o valorado.
Si ahora estas en una relación y ves que es estable, que es hermosa y está llena de confianza recuéstate con tu pareja en la cama y recuerda esa vez que te quedaste dormida llorando por alguien que en ese entonces odiaste o le deseaste el mal, piensa 5 segundos, sonríe y agradécele en voz baja, agradécele porque si no hubieras terminado con ese o esa imbécil no tendrías a la persona que tienes al lado.
No importa todos los mensajes que no pudiste mandar o que no te respondieron si ahora puedes mirar a tu pareja y decirle todo lo que sientes sin necesidad de esconderte detrás de un artefacto tecnológico.
Y por último no recuerdes la primera vez que te caíste y lloraste porque en tu vida te caerás mil y una vez, a veces tropezaras con la misma piedra lo importantes es saber decir basta. Recuerda que cuando eras pequeño vivías en un mundo completamente de fantasía, te cuidaban unos brazos… esos brazos que ahora algún joven de Venezuela o de Ucrania nunca volverán a tener porque gente inescrupulosa tomó malas decisiones. El mundo no es el mismo al que estábamos acostumbrados. Existen guerras, violaciones contra los derechos humanos, racismo, homofobia, muertes, sicarios, drogas. Pero también recuerda que siempre, siempre se puede cambiar algo si amas de verdad, si lo sientes con el corazón.