Y es entonces cuando tus promesas ya no sirven para nada,
cuando lo que dices son solo palabras vacías, cuando quieres arreglarlo todo y te sientes sin poder ante la realidad, te niegas aceptarla, te escondes y quieres que se acabe todo. Intentas ser fuerte en presencia de los demás, pero lo único que quieres hacer es llorar y llorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario